Una de las cosas que inicialmente me llamó a la hora de elegir las Artes Gráficas como la profesión en la que me estoy formando, y si dios quiere termino este año, es la posibilidad de componer mis propios proyectos. Tras el fantástico ciclo de Impresión me embarqué en el mundo del diseño que la rama de Pre-Impresión me ofrecía. Un Complemento sensacional para completar un todo.
Con el paso del tiempo, enfrascándome en el mundillo, aprendí a maravillarme con otro tipo de conceptos que pueden sonar incluso ridículos a oídos extraños. Composiciones cromáticas, gestión de color, composiciones y tratamientos del papel, el universo de las tipografías, tratamiento de imágenes .. Todo lo que compone una obra se desglosa delante de mis ojos, apreciando cada pequeña parte de una forma individual y critica.
Sepan disculpar que mis habilidades no estén a la altura de mis gustos.
Esta habilidad, o vista si ustedes prefieren, se trasladó de una forma sublime a la hora de apreciar manuales de rol. Siendo mi preferido de lejos el básico de Aquelarre, del cual lo tengo como el mejor libro de mi estantería.
Tengo la suerte de contar con una eminencia en el mundo de "montaje, filmado y ensamblado", así como en el mundo de la flexografía y serigrafía, entre el equipo docente de mi ciclo. Se trata del profesor Eulogio Rosales. El otro día nos trajo una nueva "chucheria" a clase.
El hombre, o sabio de las artes gráficas, pertenece a un selecto club de reproducciones, la empresa valenciana "Scriptorium". Cada cierto tiempo se enfrascan en un nuevo proyecto para reproducir algún volumen en especial para los socios. Estos trabajos no son "copias" en el significado burdo de la palabra, se tratan de exquisitas reproducciones oficiales de los tomos.
Montaje con fotos de artículos |
Estos tres últimos años, con la subvención de 390 socios, se han invertido en reproducir fielmente el códice medieval "Libro de juegos de ajedrez, dados y tablas" de Alfonso X, el Sabio. Los derechos fueron comprados a la librería Morgan en New York. Un mastodóntico ejemplar encuadernado a mano en cuero, cada hoja es un verdadero pergamino impreso en un plotter digital, simulando la tinta de códice original. Se ha degradado químicamente o rasgado en las partes convenientes. Cosido a mano y protegido por un estuche de terciopelo y grabado en oro. Un documento ante notario lo certifica como obra de arte. Añadir el sello con su correspondiente referencia dentro de un catálogo de obras de arte. Numerado, el 377/390, y dedicado específicamente al socio. Una maravilla!
Tenerlo entre las manos me hizo sentir durante unos instantes como un investigador Lovecrafiano en medio de una partida de "La llamada de Cthulhu". Pasando sus hojas me maravillé con cada miniatura, escenas del "Aquelarre" más conseguidas. Solo tocar el pergamino me transformaba en un Mago de D&D! El sumun de cualquier coleccionista o rolero.
Ahora se le da a uno por pensar, con estas maravillas la cosa sale sola. Os imagináis un complot de un misterioso personaje, el Amanuense, descrito en el libro pero cifrado con un código secreto? Alfonso X podía tener enemigos poderosos, con deseos terribles y goeticos. Teniendo válidos y siervos capaces para que se enfrenten a el Amanuense. Dejando las claves escondidas en frases. consejos o refranes. Describiendo precisamente ataques camuflados en jugadas de ajedrez. Disimulando pistas de una profecía en medio de los detallados y hermosos grabados. Esos minuciosos tableros pueden ser en realidad mapas de reliquias. La tinta invisible puede ocultar secretos inconfesables... Las posibilidades son realmente abrumadoras!!!
Después de mi proyecto con cierto Arzobispo quizás me ponga a ello!
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